Este 8 de noviembre, después de casi 20 meses de permanecer cerrada, Estados Unidos reabrió su frontera terrestre con México al turismo y visitantes no esenciales.
La reapertura se vivió con optimismo y felicidad para los habitantes de la zona fronteriza de México quienes después del cierre no pudieron regresar para visitar a sus familiares o comprar artículos del otro lado de la frontera.
Estados Unidos prohibió desde marzo de 2020 los viajes no esenciales a su territorio como una forma de evitar la propagación del coronavirus.
La apertura permitirá que visitantes inmunizados con esquema completo de vacunación ingresen a ese país y con ello, lograr una reactivación de la economía en ambos lados de la frontera común.
Aunque previo a la apertura autoridades mexicanas y estadounidenses previeron que habría largas filas y esperas prolongadas, esto no ocurrió y aunque en un inicio hubo largas filas para esperar el paso, posterior a eso, el flujo se regularizó.
Las garitas de San Ysidro y Otay tuvieron una afluencia regular a lo largo del día para automóviles así como peatones.
A partir del 8 de noviembre se permite el paso a viajeros vacunados y, las autoridades estadounidenses advirtieron que esta reapertura no implica un cambio en su política migratoria por lo que las medidas continúan.