A partir de este lunes 6 de diciembre, Estados Unidos comenzará a pedir a viajeros una prueba negativa de COVID-19 realizada 24 horas antes de su ingreso al país, sin importar el estatus de vacunación.
La nueva medida, anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, se impuso con el objetivo de frenar una posible propagación de la nueva variante de coronavirus, llamada ómicron.
Hasta el momento, Estados Unidos pedía pruebas de coronavirus antes de la salida a pasajeros aéreos vacunados y no vacunados pero se establecían de manera estricta a quienes no estuvieran inmunizados.
En el caso de los pasajeros no vacunados, debían presentar una prueba negativa 24 horas antes de su viaje mientras que los que contaban con las vacunas, podían hacerlo 72 horas previas.
Estados Unidos estableció un plan especial por la llegada del invierno que busca contrarrestar el avance del coronavirus y en el que se impulsa la medida de la aplicación de una dosis de refuerzo de la vacuna.
También se prevé ampliar el número de vacunas para niños, aumentar el acceso a pruebas PCR gratuitas e incrementar las protecciones en lugares de trabajo.
Además, asegura el suministro de medicamentos contra el COVID-19 una vez que reciban su aprobación entre otras medidas.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia de coronavirus y, hasta el momento, registra más de 780 mil muertes y el 20 por ciento de su población ya recibió la dosis de refuerzo necesaria.