Qatar es un país único que tuvo en las perlas su origen y gracias a las cuales logró tener un rol especial dentro de la historia de Medio Oriente.
Además de la pesca y el comercio, las perlas fueron el motor económico qatarí durante sus primeros años y permanecieron por varios siglos activas.
La actividad de recolección de perlas se llevaba a cabo, de manera intensiva, en junio y septiembre de cada año.
Se trataba de una actividad de alto riesgo que se realizaba con los cuerpos expuestos al mar en donde se enfrentaban amenazas de animales como tiburones y serpientes marinas.
Para ello se organizaban buzos y tripulaciones que navegaban por dos meses en un viaje de 40 días en los que, como recompensa, regresaban a la zona con un gran cargamento de perlas.
Con el paso de los años, con la creación de los cultivos de perlas, sobre todo en Japón, los precios de estas joyas disminuyeron.
Tras el descubrimiento de yacimientos petroleros en Qatar, la recolección y comercio de perlas dejaron de ser las principales actividades económicas.
Sin embargo, la importancia de las perlas es tal que, hasta la actualidad, se comercializan, la mayoría cultivadas, y pueden alcanzar precios muy elevados en el mercado.
En Qatar aún existen grandes maestros conocedores que en pequeños negocios continúan perpetuando este arte que dio origen a la nación.
Para estos artesanos la importancia de su actividad no radica solo en la economía local, sino en la preservación de los orígenes de su historia y en el reconocimiento de su pasado lleno de tradición.