Océano Ártico comenzó su calentamiento antes de lo que se estimaba

Océano Ártico comenzó su calentamiento antes de lo que se estimaba. Foto de Ken Mathiansen para Unsplash

La evolución del calentamiento del océano Ártico es uno de los temas que más ha interesado a los expertos. 

Por eso, un equipo de investigadores reconstruyó este proceso y constató que las aguas de ese ecosistema se han calentado desde principios del siglo pasado, varias décadas antes de lo que se había registrado.

El estudio, publicado en Science Advances, concluyó que el Ártico se calienta debido a la entrada de agua más caliente del océano Atlántico, un proceso conocido como atlantificación

Los especialistas descubrieron que el océano Ártico comenzó a calentarse rápidamente a principios del siglo pasado a medida que las aguas más cálidas y saladas fluían desde el Atlántico.

Este proceso, había iniciado antes del calentamiento que se documentó en las últimas décadas. 

El análisis detalla que desde 1900, la temperatura de este océano aumentó cerca de 2 grados centígrados y el hielo marino ha retrocedido y su salinidad se incrementó. 

Además de ofrecer una perspectiva histórica sobre la atlantización del océano Ártico, ofrece un panorama sobre la fuerte conexión que existe con el Atlántico Norte. 

Dicha conexión, de acuerdo con los expertos, puede influir en la variabilidad del clima del Ártico y repercute en el retroceso del hielo marino y el incremento del nivel del mar a escala mundial a medida que las capas de hielo polar continúen su derretimiento. 

Aunque todos los océanos del mundo se calientan debido al cambio climático, el océano Ártico, que es el más pequeño y poco profundo de los océanos en el mundo, es el que se calienta más rápidamente de todos. 

Su calentamiento está calificado como el doble de la media mundial y su importancia radica en que a medida que el hielo se derrite, sube el nivel global del mar y se derrite el permafrost, que almacena enormes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero mucho más dañino que el dióxido de carbono. 

Los resultados del análisis apuntan a que podría existir un posible fallo en los modelos climáticos pues no se toma en cuenta el proceso de atlantización que podría ser clave en otros contextos de estudio.