La historia de una nación no se construye solo a través de sus acontecimientos bélicos y políticos, sino también de sus expresiones artísticas. Los teatros de México, además de ser la cuna de fastuosas obras de arte, albergan en sus muros, butacas y escenarios la memoria histórica de nuestro país, la cual se ha construido durante décadas con cada una de las presentaciones de teatro, danza, pintura, música, literatura y cine, entre muchas otras.
Patrimonios culturales y arquitectónicos de la humanidad, estos teatros son los más majestuosos y bellos de toda la República.
El Teatro de la Paz, San Luis Potosí
En 1889, el arquitecto José Noriega comenzó la edificación del cuarto teatro más importante de México. El Teatro de la Paz fue inaugurado el 4 de diciembre de 1894 y es uno de los tesoros del porfiriato: su cúpula, a petición de Porfirio Díaz, fue diseñada y traída desde París, Francia. El estilo de su fachada de cantera rosa es neoclásica con influencias francesas. La primera presentación que hubo sobre su escenario fue Lucrecia Borgia, ópera del italiano Gaetano Donizetti. Entre las butacas de sus balcones y la sala puede albergar a 1,450 espectadores.
Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, Ciudad de México
Ubicado en el corazón de la Ciudad de México, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris debe su nombre a la vedette mexicana, Esperanza Iris, que mandó a construir el recinto con elementos del estilo neoclásico en 1917. La construcción estuvo a cargo del reconocido arquitecto mexicano, Federico Mariscal. Desde su inauguración en mayo de 1918, el Teatro de la Ciudad se ha mantenido como uno de los recintos más importantes para las artes en México. Tiene la capacidad de acoger a un público de 1,344 espectadores y su escenario ha recibido a personajes como Plácido Domingo.
El Teatro Juárez de Guanajuato, Guanajuato
Sobre los terrenos que pertenecieron al antiguo convento de San Diego de Alcalá, demolido en el año 1861, el arquitecto José Noriega edificó, en 1872, uno de los teatros más antiguos de México. La arquitectura del Teatro Juárez tiene influencias neoclásicas y francesas, y su peristilo está inspirado en los templos griegos. Fue inaugurado el 27 de octubre de 1903 por Porfirio Díaz. Cuenta con 902 butacas y, desde 1972, es la sede del Festival Internacional Cervantino.
Teatro Macedonio Alcalá, Oaxaca
La construcción de esta joya arquitectónica del centro de la Ciudad de Oaxaca comenzó en 1904. Un lustro después, en 1909, se inauguró este recinto que en un principio se llamó Teatro Casino Luis Mier y Terán, pero finalmente fue nombrado en honor al músico y compositor, Macedonio Alcalá, autor del emblemático himno oaxaqueño “Dios nunca muere”. El Teatro Macedonio Alcalá es modelo de la arquitectura modernista de estilo francés, característica del porfiriato. Tiene un aforo de 636 personas.
Teatro del Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México
El Palacio de Bellas Artes es la máxima cuna de las artes en México. Su construcción comenzó en 1904 pero, debido a una serie de infortunios ligados a la Revolución mexicana, concluyó hasta 1934. Estuvo a cargo del arquitecto Federico Mariscal. El teatro que alberga en sus entrañas es una obra exuberante al estilo italiano; fue diseñado en su totalidad por el arquitecto Adamo Boari y el telón fue creación de la firma joyera Tiffany’s. Tiene un aforo de 1,590 personas y su escenario ha sido pisado por artistas históricos como Maria Callas, Luciano Pavarotti, Jaime Sabines y Pedro Infante.
Teatro Peón Contreras, Yucatán
Símbolo de la cultura y el arte en Mérida, el Teatro Peón Contreras fue construido a principios del siglo XX e inaugurado en 1908. Este majestuoso teatro de estilo italiano fue el primero de Yucatán y se nombró en honor al dramaturgo y escritor yucateco José Peón Contreras. Hasta el día de hoy conserva su lugar como el recinto cultural más importante del estado, ya que sus tarimas reciben importantes eventos nacionales e internacionales de teatro, ópera, música, danza y más. Tiene un aforo de mil personas.