El cacao es uno de los frutos más importantes que México ha legado al mundo debido a que gracias a él se conoce el chocolate.
Los olmecas fueron los primeros en cultivar el cacao en México y poco a poco se extendió a otras culturas del México antiguo como los mayas y los aztecas.
La importancia del cacao fue tal que, incluso en algunas regiones, las vainas del cacao se utilizaban como moneda de cambio para el trueque.
El cacao también era un símbolo de abundancia empleado en ritos dedicados a deidades como Quetzalcóatl y Chak Ek Chuah.
En funerales, generalmente, se usaba como ofrendas para los integrantes de las élites.
Cuando los españoles llegaron a este lado del mundo, descubrieron que los indígenas tomaban una bebida energetizante llamada xocolatl, misma que surgía del cacao.
Se tienen registros de la aparición de esta bebida en las cartas de relación de Hernán Cortés en donde se detallaba el uso tan extendido del chocolate en la vida diaria de los indígenas.
A partir del siglo 16, en España se comenzó con la preparación de las vainas de cacao en pasta a las cuales se les agregaba miel o azúcar.
En un inicio, se le consideró un medicamento pero con el tiempo se utilizó como parte de la gastronomía.
El cacao en México se cultiva por más de 37 mil productores en los estados de Tabasco, Chiapas, Guerrero y Oaxaca donde forma parte de uno de los cultivos más extendidos.
Su semilla tiene forma de baya de unos 30 centímetros de largo y 10 de diámetro y tiene como característica tener un sabor amargo.
Su siembra debe realizarse de manera muy meticulosa debido a que solo el 30% de las flores que se abren durante el año llegan a formar una semilla.
La producción de cacao tiene como principal función la elaboración de chocolate, sin embargo, la gastronomía mexicana lo retoma en platillos como el mole.
También se utiliza como aromatizante, para maquillajes y productos de higiene personal y perfumes.
Se puede encontrar también en licores, mantecas y cacao en polvo.
Ustedes, ¿cómo lo disfrutan?