La llegada del Año Nuevo es un momento muy significativo para la mayoría de las personas y debido a que está existen muchas creencias y mitos su alrededor, se ha convertido en el instante perfecto para renovar las esperanzas y deseos para el futuro.
Una de las costumbres más populares en Año Nuevo es comer 12 uvas.
Esta tradición surgió en España y desde allí viajó al continente americano donde fue adoptada por países como México, Argentina, Venezuela, Chile o Colombia.
Aunque hay varias versiones, se dice que la tradición se originó cuando integrantes de la burguesía comían uvas emulando a la realeza francesa que comía estas frutas acompañadas de champagne.
La versión más aceptada cuenta que en España el ritual surgió en Alicante a inicios del siglo 20 cuando los productores de uvas las vendían como un fruto de la suerte pero con la finalidad de obtener alguna ganancia de sus excedentes.
Las grandes cosechas de la temporada dejaban grandes cantidades de uvas excedentes cuya producción también requería una fuerte inversión.
Ante este panorama, los productores locales buscaban colocar sus productos en los mercados locales y crearon esta tradición.
Esta se volvió muy popular y en España a tal grado que actualmente es parte fundamental de las celebraciones del Año Nuevo en la Puerta del Sol donde las personas esperan la llegada del nuevo año con racimos de uvas.
Como bien se sabe, cada una de las uvas representa un mes del año y por cada una se pide un deseo.
La tradición también señala que se conceden los deseos si las uvas se comen en el primer minuto del año.
Así, sin importar lo que se desea, lo importante es acompañar la llegada del año con uvas y esperar lo mejor en el siguiente año.