Día contra el Dengue, invitación a prevenir

Día contra el Dengue, invitación a prevenir. Foto de Unsplash

Cada 26 de agosto se conmemora el Día Internacional contra el Dengue como una forma  de reflexionar sobre y prevenir esta enfermedad, una de las más frecuentes en países de clima tropical

Aunque hasta hace unos años, el dengue no era una enfermedad que representara una amenaza en las zonas urbanas, la globalización, las migraciones humanas y el cambio climático, entre otros factores, han acercado a las ciudades a esa realidad.

Causado por el mosquito Aedes aegypti, el dengue mantuvo controles muy puntuales en México hasta 1978, cuando se registró la incidencia de dicha enfermedad de manera extendida en el país. 

Actualmente, el dengue se registra en casi todo el territorio nacional, por lo que es necesario seguir las medidas de prevención contra la propagación del mosquito

De acuerdo con especialistas de la UNAM el dengue es un virus transmitido por la picadura de un insecto infectado, que afecta a personas de todas las edades, puede causar síntomas de leves a incapacitantes; dolores intensos de cabeza, musculares, detrás de los ojos, articulaciones; exantema (manchas rojas); vómito; y sangrado (tanto nasal como gastrointestinal). No obstante, hay numerosos casos que pueden ser asintomáticos.

Datos de la Secretaría de Salud, hasta la semana 32 de este año, se reportaron en México 33 mil 957 casos confirmados de dengue, cifra muy por arriba de los 9 mil 397 que se registraron en la semana 32 pero de 2023.

Inidicaron que hay cuatro tipos de virus de esta enfermedad, los cuales se han presentado en Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Veracruz, Jalisco, Oaxaca y Chiapas, entre otros.

En 2023, el estado de Guerrero era el que más casos tenía, pero este año la entidad que más ha reportado es Colima, y los grupos de edad mayormente afectados son los de cuatro a 45 años.

Preservar el ambiente evita aparición de enfermedades

Preservar el ambiente evita aparición de enfermedades. Foto de Lareised Leneseur para Unsplash

La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que más de 8 mil 400 variedades de fauna y flora silvestres se encuentran en peligro crítico de extinción, generando un potencial peligro de expansión de enfermedades a los humanos. 

Además, cerca de 30 mil más se consideran vulnerables o en riesgo de desaparecer

El Organismo señaló que 5 mil 200 correspondientes a animales se encuentran en situación de ser erradicadas: 11% de las aves, 20% de los reptiles, 34% de peces y 25% de anfibios y mamíferos. 

Información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) precisa que en México hay 912 especies amenazadas y 535 en peligro de extinción. 

Otras 48 tienen la categoría de “probablemente extinta en el medio silvestre”, y mil 183 están sujetas a protección especial.

Ante este panorama, expertos de la UNAM señalan que el coronavirus SARS-CoV-2 llegó a los humanos a partir de un animal, pangolín o murciélago, debido a que las personas lo extrajeron de sus ambientes naturales. Ese es el origen de las enfermedades emergentes, enfatizaron. 

Los científicos detallaron que la conservación de especies, además de ser tarea de académicos o de autoridades, corresponde a la sociedad ya que estas acciones son fundamentales para evitar la propagación de enfermedades emergentes en los humanos.

Los programas de educación ambiental a nivel local, comunitario, estatal y nacional, son importantes; hay poca difusión y se necesita más apoyo. 

Es relevante que haya mayor conciencia de que, al dañar el ambiente, se ocasiona un grave deterioro pues los ecosistemas proporcionan servicios ecosistémicos ambientales como la disponibilidad de agua y aire limpio, y la protección contra enfermedades. 

Una de las tareas que se deben coordinar entre sociedad y autoridades es impulsar más programas de preservación a nivel nacional, estatal y comunitario, además de priorizar la divulgación científica. 

Científicos señalan que en la medida en la que las especies puedan ser rescatadas en diferentes zonas del mundo, se podrá mejorar o preservar la salud humana.