La Noche de los Rábanos de Oaxaca

La Noche de los Rábanos de Oaxaca. Foto de Museo del Telégrafo

Una de las tradiciones más importantes y arraigadas en Oaxaca es la Noche de los Rábanos que cumplirá 126 años de tradición. 

Se trata de una celebración en la que los rábanos se convierten en verdaderas obras de arte y se presentan el 23 de diciembre ante cientos de turistas y curiosos en el Zócalo de Oaxaca

El origen de esta tradición meramente navideña, se remonta a 1897, cuando comerciantes de rábanos elaboraban figuras con estas hortalizas con la finalidad de que los clientes las compraran. 

Así, Francisco Vasconcelos, presidente municipal de Oaxaca en esa época retomó esta tradición y la convirtió en una de las celebraciones oaxaqueñas más populares.

Actualmente se trata de una fiesta que atrae a turistas nacionales e internacionales además de que ahora, con los rábanos se elaboran figuras más complejas y sofisticadas. 

En el certamen participan cerca de 100 personas a las cuales se les entregan el 19 de diciembre los rábanos y tienen tres días para crear su figura. 

Pueden participar en las categorías tradicional y libre para los rábanos mientras que también se lleva a cabo un certamen de flor inmortal y de totomoxtle. 

Los niños también tienen una categoría especial para participar en este concurso, al que se calcula que asisten entre 10 y 12 mil personas por año. 

El origen del mole oaxaqueño

El origen del mole oaxaqueño. Foto de Gobierno de Oaxaca

Uno de los platillos más emblemáticos de Oaxaca es, sin duda alguna, el mole

Para su preparación se incluyen ingredientes endémicos como chiles chihuacle, pasilla, y ancho así como semillas, especias y hierbas. 

Debido a que el territorio de Oaxaca es uno de los más variados del país, la diversidad de los ingredientes permite que cada región de la entidad dé su propia esencia a este platillo

Creada en la época prehispánica, la receta del mole se ha transformado a lo largo del tiempo y ahora es un ícono no solo de la gastronomía oaxaqueña, sino mexicana. 

Diversos estudiosos coinciden en que el origen del mole fue cuando las culturas prehispánicas mezclaban variedades de chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa a la que llamaban mulli

La preparación se acompañaba de guajolote aunque también solía utilizarse carne de pato o armadillo y se servía en ceremonias como ofrenda a los dioses. 

La llegada de los españoles permitió la incorporación de nuevos ingredientes, como la pimienta negra, anís y la canela, que dieron realce al sabor de la preparación. 

Actualmente, el mole, tradicionalmente, se sirve en festividades, en las que se acompaña de guajolote, gallina o cerdo y al que también se puede agregar carne de res, pollo, chivo o pescado. 

En el caso del mole de Oaxaca, existen siete variedades y cada una de ellas es reflejo fidedigno de las distintas zonas del estado. 

Estas son el mole negro, mole amarillo o conocido también como amarillito, coloradito, verde, chichilo, manchamanteles y rojo

La compleja preparación de cada uno de ellos, los convierte en una combinación de sabores que deleita hasta a los paladares más exigentes. 

El mole es uno de los elementos principales de las festividades en México y uno de los alimentos de origen prehispánico que continúa presente en la cultura gastronómica del país

Reabren Hierve el Agua tras más de un año de cierre

Reabren Hierve el Agua tras más de un año de cierre. Foto de Ari CG para Unsplash

Después de permanecer un año y siete meses cerrada a causa de la pandemia de COVID-19, pobladores de San Isidro Roaguía abrieron las puertas del parador turístico de Hierve el Agua, en Oaxaca.

En la reapertura, visitantes nacionales y extranjeros pudieron disfrutar una nueva alberca que se formó a partir del nacimiento de otro ojo de agua durante el cierre. 

La reanudación de las visitas a Hierve el Agua se hizo pese a las pugnas que existen entre habitantes del municipio de San Lorenzo Albarradas y al anuncio de la Secretaría General de Gobierno de Oaxaca sobre el cierre. 

Habitantes de San Isidro Roaguía aseguraron que la reapertura se realizó después de que, tras una asamblea comunitaria, se decidiera reiniciar actividades debido a que el turismo constituye su principal fuente de ingresos. 

Debido a la reapertura, autoridades estatales aseguraron que reforzarán la seguridad en la zona. 

Medios locales detallaron que en el primer día de la apertura, alrededor de 100 visitantes nacionales y extranjeros acudieron. 

Para llegar a Hierve el Agua es necesario llegar al municipio de Mitla y tomar un camino de terracería de Xaaga. 

La entrada tiene un costo de 50 pesos por persona y está abierto de las 7 de la mañana a las 7 de la noche de lunes a domingo. 

Cuatro estados ideales para comer insectos

Cuatro estados ideales para comer insectos. Foto de Jesús Canseco para Google

La gastronomía en México es muy amplia y permite a los viajeros conocer regiones enteras a través de sus sabores y una muestra son los populares insectos que se encuentran en diversos platillos. 

Un estudio realizado por la plataforma Booking detalla que cerca de 40% de los mexicanos coincide en que la experiencia culinaria se convertirá en parte de sus planes de viaje al terminar la pandemia. 

 En algunos estados en México los insectos son parte de dichas experiencias, aquí algunos de ellos

Tlaxcala

En Tlaxcala, el escarabajo rinoceronte es uno de los platillos típicos. 

Aunque la mayoría se comen crudos, existen algunas recetas de ellos con manteca, un poco de huevo o tatemados. 

Además de Tlaxcala, los escarabajos se encuentran en Estado de México y Puebla. 

Oaxaca

En Oaxaca, además de otros estados de la costa del Pacífico, se localizan a finales de junio, las llamadas hormigas chicatanas. 

Estos insectos se usan, molidas con jitomate, chiles y especias, en salsas con las que se acompañan tacos, gorditas y memelas. 

También se añaden a mole, tamales y como botanas, con sal y limón. 

Guerrero

Los jumiles son insectos de un tamaño mayor a las hormigas y contienen notas de minerales y anís, sabores que desprenden cuando se ponen a dorar en un comal para después sazonarlos con ajo o cebolla. 

También llamados “chinches de campo”, se acompañan con una tortilla y salsa, aunque hay algunas personas que los comen crudos y vivos. 

Hidalgo

Los gusanos de maguey, tanto blancos como rojos, abundan en este estado y se pueden encontrar en diferentes municipios. 

Estos animales, que se reproducen en el corazón de las pencas de maguey son uno de los favoritos para degustar fritos, con mantequilla o aceite de oliva, o tatemados.

Razones para comer este tipo de platillos no faltan y visitar diversos lugares para degustarlos se puede convertir en una de las razones más poderosas para conocer México.

Tlayudas, emblemático sabor de Oaxaca

Tlayudas, emblemático sabor de Oaxaca. Foto de Explora Oaxaca

Originaria de los valles centrales de Oaxaca, la tlayuda es uno de los «antojitos» más más emblemáticos de este estado.

Se trata de una tortilla de maíz nixtamalizado de forma ovalada puede llegar a medir hasta 30 centímetros de largo. 

Su nombre proviene del náhuatl ‘tlao-li’ que significa «maíz desgranado». La terminación ‘-uda’ se refiere a la abundancia. 

El maíz llamado «bolita», que es muy popular en los valles centrales de Oaxaca, da origen a este suculento manjar. 

Los zapotecos de esta zona elaboran las tlayudas con esta variedad de maíz porque es la única con la que se obtiene esa forma y consistencia especiales. 

La masa de maíz bolita tiene una textura principalmente semiquebradiza, que le da a las tlayudas sus características específicas de calidad, sabor, olor, rendimiento y presentación. 

El sabor de las tlayudas es único gracias a que las tortillas se hacen con la técnica de «tueste», que es que se queman levemente; además esto permite que duren mucho tiempo sin descomponerse.

Los ingredientes básicos que componen una tlayuda son frijoles, quesillo, col o repollo, tomate, aguacate y salsa

Debido a su importancia dentro de la comunidad oaxaqueña, la tlayuda fue declarada como parte de los platillos de esa entidad dentro de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Actualmente, el consumo de tlayudas dentro y fuera de Oaxaca muestra una reinterpretación del patrimonio y la variedad gastronómica en dicha región y en todo el país.