Tabasco y su chocolate

Tabasco y su chocolate. Foto de Sección Amarilla

El chocolate es uno de los sellos gastronómicos que distinguen a Tabasco

Gracias a la abundante producción de cacao en esta región del país, desde la época de los olmecas y posteriormente a los mayas, el consumo de dichas semillas se popularizó. 

Se dice que los chontales fueron el primer pueblo prehispánico en fundar su imperio en la siembra y cosecha de cacao en donde actualmente se ubica la zona de Comalcalco

Después de la Conquista, los españoles llevaron el cacao a Europa, donde se combinó con otros ingredientes y con azúcar para dar como resultado el chocolate. 

Tabasco, es el estado del sureste con mayor producción de cacao con más de 18 mil toneladas al año, lo que representa el 70% de la producción nacional. 

A través de todo el estado los árboles de cacao son una constante en todas las regiones tabasqueñas. 

Existe en Tabasco una ruta de fincas y productores de chocolate que se extiende por los municipios de Nacajuca, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Comalcalco y Paraíso. 

En dicha ruta se puede conocer y apreciar el proceso de producción, aprovechamiento e historia del chocolate. 

Los visitantes pueden apreciar los pasos de elaboración como la fermentación de la semilla, el lavado, secado, tostado y descascarado. 

Actualmente también se comenzó a producir chocolate artesanal que, elaborado en casa, se ha convertido en emblema de la gastronomía sustentable y hogareña. 

Como se puede ver, Tabasco no solo es un edén por su riqueza histórica y belleza natural sino por la invitación que hace a todo mundo a probar el mejor chocolate del país.

El origen del pozol, una bebida nutritiva de México

El origen del pozol, la bebida comestible de México. Foto de Gobierno de Tuxtla Gutiérrez

En la época prehispánica, los mayas chontales que habitaban el estado de Tabasco preparaban una bebida nutritiva a base de maíz y cacao a la que llamaron pochotl y que ahora conocemos como pozol

La tomaban principalmente los viajeros por ser nutritiva, hidratante y ayudar a mitigar el hambre. Así, su consumo se extendió por todo el sureste de México.

Textos recuperados de la época colonial apuntan que los españoles se referían al pozol como una bebida agria que hacía a los indígenas resistentes al calor. Destacaron la frescura del pozol y la catalogaron como una bebida saludable

Se considera una «bebida comestible» porque permite calmar el hambre y la sed al mismo tiempo. Tiene componentes sólidos, a los que les llaman shish, que significa «resto» o «residuo» en maya, que es necesario masticar. 

Según la región hay variedades como el blanco, el agrio y el de cacao, que se preparan de diferentes maneras. 

El pozol sin duda es uno de los sabores más refrescantes y tradicionales de México.