Tequisquiapan posee una de las maravillas naturales más impresionantes que se puedan disfrutar en Querétaro.
Estas increíbles formaciones rocosas llaman la atención por su color naranja y marrón que transportan a cualquiera a lugares fantásticos.
Una de sus máximas atracciones es que los visitantes pueden participar en el proceso de obtención de ópalos.
En la mina Redentor pudimos participar de esta actividad en la que participamos en la extracción, pulido y terminado de un ópalo.
Y es que además de recorrer la mina por dentro es posible en el exterior obtener tu propia piedra de ópalo al martillar rocas que se encuentran en esta zona.
Los ópalos son muy frecuentes en joyerías o artesanías y se caracterizan por reflejar siete colores.
Las minas de donde son obtenidos se formaron de ríos son domos volcánicos que se formaron de ríos subterráneos de magma, zinc, hierro y aluminio provocando una amalgama de donde surgen estos materiales.
Aunque la composición de los ópalos es muy parecida a la de los cuarzos, el ópalo se caracteriza porque en su interior se encuentran moléculas de agua.
Sus colores varían dependiendo de qué mineral se encuentre en él en mayor cantidad tienen una forma irregular y es la única Gema descubierta que puede reflejar la luz solar y transformarla en todos los colores del arcoíris.
La obtención de un ópalo es un proceso que puede llevar algún tiempo y debido a esto, lamentablemente ya existen algunas imitaciones chinas hechas de plástico o resina.
Por esto es muy importante promover sitios como Tequisquiapan que recibe a todos sus visitantes y les da la posibilidad de conocer esta piedra que maravilla a más de uno.