Según un estudio publicado en Frontiers in Marine Science la ingesta de plásticos es un riesgo importante para las tortugas marinas jóvenes.
Estas especies, que han evolucionado para desarrollarse en mar abierto, lejos de depredadores, ahora se enfrentan a la amenaza de la contaminación.
La investigación encontró diversos plásticos dentro de las tortugas pequeñas que habitan en las costas de Australia y en el océano Índico.
Después de su nacimiento en las playas, las tortugas viajan en las corrientes y pasan sus primeros años de vida en mar abierto, un comportamiento derivado de sus años de evolución.
Sin embargo, esto supone una trampa para la especie, porque las obliga a viajar a zonas altamente contaminadas.
La situación se agrava debido a que las tortugas comen cualquier cosa, incluyendo el plástico, porque lo confunden con comida.
En su mayoría, se trata de fragmentos duros, probablemente restos de artículos utilizados por los humanos, además de fibras provenientes de cuerdas o redes de pesca.
El estudio detalla que el peligro de muerte de este tipo de ejemplares en edades tempranas podría tener un impacto significativo en los niveles de población.
Una nueva etapa de la investigación tratará de evaluar si la ingesta de plástico afecta a la salud de las tortugas y su salud y cómo modifica la supervivencia de las mismas en su hábitat.