Si bien las emisiones de carbono se redujeron drásticamente durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19, recientemente se comprobó que nuevamente se observa su incremento acelerado.
De acuerdo con un informe preparado por varias agencias de Naciones Unidas, bajo el liderazgo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la pandemia de COVID-19 no desaceleró el avance del cambio climático y es probable que en los próximos cinco años las temperaturas superen 1.5 grados con respecto a las que había durante la era preindustrial.
El estudio también apunta que la concentración en la atmósfera de gases que provocan el efecto invernadero, también romperán récord.
Las concentraciones de dichos gases, entre los cuales el más abundante es el dióxido de carbono, se mantienen en niveles sin precedentes y advierten un peligroso calentamiento futuro.
Los expertos recordaron que existe una relación, científicamente comprobada, entre este tipo de concentraciones y los fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones, huracanes e incendios.
El informe detalla que entre enero y julio de 2021, los niveles de emisiones mundiales de los sectores de la energía eléctrica y la industria ya tenían los mismos niveles, e incluso, eran superiores a los observados previo a la pandemia de coronavirus.
Debido a que las emisiones que se producen por el transporte terrestre se redujeron cerca de 5%, se observó que las emisiones en este sector fueron iguales a las de 2019.
El organismo alertó que no habrá una disminución considerable de las emisiones a menos que la recuperación económica se realice desde una descarbonización profunda.
Pese a los problemas que plantea el informe, la OMM indicó que un punto a favor está en que el interés político actual es más grande que nunca, lo que podría indicar el inicio de un futuro prometedor.