Un fuerte incendio consumió cerca de 580 viviendas, un hotel y un centro comercial a las afueras de Denver, en Colorado.
Las intensas llamas obligaron el desalojo de miles de personas en las zonas aledañas al lugar del incendio.
Hasta el momento, las autoridades solo tienen el reporte de una persona lesionada aunque no descartan que haya más personas afectadas por este fenómeno.
En Louisville, 13 mil de los 21 mil habitantes recibieron la orden de desalojar sus viviendas debido a la inminente llegada de los efectos del incendio.
Este incendio es parte de varios que iniciaron durante el 30 de diciembre provocados por cables eléctricos caídos a causa de los fuertes vientos que alcanzaron casi los 170 kilómetros por hora.
Precisamente estos vientos son los que han impedido que se extingan los incendios debido a que las llamas se avivan por las fuertes rachas.
Colorado atravesó una seria sequía en los últimos años que provocaron que el terreno permaneciera expuesto a cambios de temperatura y se convirtiera en una zona vulnerable a incendios.
Expertos detallaron que aunque los incendios son parte del ciclo normal de cualquier terreno, las actividades humanas y el cambio climático han alterado los patrones meteorológicos.
Esto provoca que las sequías sean más prolongadas y duras en áreas inusuales además de que estas condiciones empeoran con el paso de los años.