El origen de la tradición de la rosca de Reyes de remonta a la Edad Media.
En esa época, en países como Francia y España solían comer este pan y, a partir de la Conquista, llegó a México.
Desde esa época se popularizó partir una rosca de pan, la cual tiene como característica primordial ser ovalada, lo que representa que el amor de Dios no tiene principio ni fin.
La tradición señala que los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar viajaron a Jerusalén para la adoración del niño Jesús, guiados por una estrella.
Los tres encontraron al niño, quien tenía tres días de nacido, y le dieron tres ofrendas distintas: oro, incienso y mirra.
El día en el que los Reyes Magos conocieron al niño Jesús se conoce como Epifanía y este encuentro es lo que simboliza la rosca.
De manera tradicional, la rosca de Reyes se come el día 6 de enero debido a que ese fue el día en que ocurrió la Epifanía.
Físicamente, además de su forma, la rosca tiene diversos simbolismos, por ejemplo, las frutas que se le ponen al pan significan las joyas que se encontraban en las coronas de los Reyes Magos, el muñequito que se esconde, representa al niño Dios.
En México su significado va más allá, pues quien encuentra uno de los muñecos, además de recibir buena suerte durante el año, deben preparar los deliciosos tamales del 2 de febrero, cuando se celebra el Día de la Candelaria.
En el centro de México también se acompaña de la tradición en la que los niños reciben regalos y dulces de parte de los Reyes Magos.
Además, la rosca se suele disfrutar con chocolate o atole.
¿Ustedes cómo la acompañan?