La gastronomía mexicana, reconocida como parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, tiene en las cocineras tradicionales a las guardianas de sus secretos y su sabor.
Las ancestrales recetas de la comida mexicana reposan en la sabiduría de mujeres que dedican sus días a preservarlas y que, desde edades muy tempranas, aprendieron el valor de los platillos.
Las cocineras tradicionales son puntos claves en la gastronomía mexicana pues son quienes, con el paso de los años, se han dedicado a mantener viva la tradición de la cocina de manera regional y, con ello, la identidad nacional.
De acuerdo con datos de portales especializados, del 100% de los cocineros tradicionales de México, el 90% son mujeres.
Actualmente, su labor es fundamental y se busca conservarla a través de concursos y programas especiales de protección gastronómica.
En estados como Michoacán y Oaxaca, además, se reconoce su labor y se llevan a cabo acciones para preservarla como encuentros en los que muchas cocineras de diversos municipios se reúnen para compartir sus conocimientos.
En México existe una distinción muy clara entre las cocineras tradicionales y las mayoras y ésta radica esencialmente en que, aunque las dos se dedican a la cocina desde pequeñas y aprenden en fogones y cocinas familiares, las primeras se dedican a la cocina de una forma más particular.
Es decir, elaboran platillos que aprendieron de sus abuelas y madres de manera casi exclusiva para sus familias y seres queridos.
Cuando una cocinera tradicional dirige grandes equipos de cocina en restaurantes o lugares de venta de comida mexicana se convierte en una mayora y su papel se vuelve fundamental en el funcionamiento de una cocina profesional.
Ya sea desde una cocina familiar hasta un restaurante, la sabiduría de las cocineras tradicionales es parte de la cultura mexicana y nos recuerda el rol fundamental de las mujeres en las actividades diarias que se realizan con el corazón.