La Unesco confirmó la implementación de un plan de emergencia para reforzar la resistencia de los arrecifes de coral que aparecen en la Lista del Patrimonio Mundial.
De acuerdo con Audrey Azoulay, si esto no se lleva a cabo, dichos corales podrían desaparecer de aquí a finales de siglo.
La iniciativa busca darles las máximas opciones de supervivencia a los arrecifes y con ello evitar su extinción.
En coordinación con el Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral (GFCR) las acciones reducirán los factores locales de degradación, el fortalecimiento de la gestión sostenible de las áreas marinas protegidas y el apoyo a las comunidades locales.
Iniciado en 2020, el fondo fue integrado con organizaciones civiles así como con el apoyo de la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral y se espera que llegue a 625 millones de dólares para 2030.
Los arrecifes declarados Patrimonio de la Humanidad abarcan más de medio millón de kilómetros cuadrados en todo el mundo y equivalen a la superficie de Francia.
Su biodiversidad es única y son determinantes en la absorción de emisiones de carbono.
También protegen las costas de tormentas y erosión además de ser fundamentales para la subsistencia de más de un centenar de comunidades indígenas.
Especialistas han advertido que el estado de estos ecosistemas son alarmantes pues se blanquean más rápidamente de lo que se había estimado.
Una vez que sufren el blanqueamiento, son muy vulnerables y tienen una tasa de mortalidad elevada, lo que los condena a desaparecer.