Un estudio publicado en la revista Science, señala que el ser humano podría ser testigo, y parte importante de la causa, de una nueva extinción masiva, la de los océanos.
La última vez que la Tierra enfrentó una extinción masiva fue durante el Cretácico después de que un meteorito y los volcanes acabaron con la vida como se conocía.
Y ahora, los expertos advierten que, 65 millones de años después esto podría ocurrir si no se para de manera drástica el cambio climático.
Esto debido a que el efecto invernadero que calienta las aguas oceánicas agota de manera acelerada su oxígeno.
A ello se suma la destrucción de los hábitats, la sobrepesca y la contaminación costera que perjudican a los ecosistemas.
Los especialistas detallaron que las grandes cantidades de gases efecto invernadero cambian radicalmente el sistema climático de la Tierra, amenazando a las especies.
Advierten que el impacto del clima en la biodiversidad es difícil de observar, principalmente en la vida marina pero estudios de fósiles han permitido establecer este tipo de comparativos.
El estudio señala que en caso de que no se frene el aumento de la temperatura global, los ecosistemas marinos de todo el planeta tendrán extinciones masivas.
En ese sentido son los océanos tropicales los que más especies perderían aunque muchas de ellas tendrían la posibilidad de migrar a latitudes más altas.
En el caso de las especies polares, se podrían extinguir globalmente pues sus hábitats desaparecerían por completo.
Sugieren que la reducción de emisiones de efecto invernadero revertiría el riesgo de extinción hasta 70%.
Por ello, hicieron un llamado a tomar medidas al respecto y, con ello, evitar la sexta extinción masiva.