Una investigación presentada por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) confirmó que la contaminación del aire y las partículas vinculadas al cambio climático son determinantes para la aparición de cáncer de pulmón en personas no fumadoras.
El estudio detalla que las partículas que se encuentran en los tubos de escape de vehículos y el humo de combustibles fósiles promueven cambios cancerosos en las vías respiratorias.
Además, producen más casos de cáncer de pulmón de células no pequeñas entre personas que nunca han fumado.
En la investigación se confirma la aparición del gen EGFR mutado en, por lo menos, la mitad de las personas con cáncer de pulmón que nunca han fumado.
De acuerdo con especialistas, las mutaciones de este gen pueden volverse cancerosas cuando se exponen a contaminantes del aire.
Así, el estudio detalla que la exposición a concentraciones de partículas suspendidas en el aire, generalmente PM2.5, está relacionado con un mayor riesgo de contraer cáncer de pulmón.
También mostró que las partículas contaminantes generan cambios más rápidos en las células respiratorias.
Y aunque se detalla que el riesgo de sufrir cáncer de pulmón por cuestiones relacionadas con la polución, también se destaca que a nivel mundial existen más personas expuestas a niveles peligrosos de contaminación que al tabaco.
Finalmente, los expertos recuerdan que mientras no hay control sobre lo que se respira pero sí existe la capacidad de decisión sobre fumar.