Pese a que la reforestación se ha convertido en una de las principales actividades para combatir el cambio climático, expertos advierten que más que plantar nuevos árboles es indispensable cuidar los que ya existen.
Expertos de Greenpeace señalan que la prioridad es lograr que los bosques de hoy se hagan resilientes a los fenómenos extremos que enfrentan.
Esto debido a que los incendios, plagas y sequías son cada vez más intensos y se propagan con mayor intensidad.
Otro asunto que debe ser primordial, aseguraron expertos, es garantizar que haya agua para regar las especies que existen actualmente.
A eso se suma que se debe conocer cuáles serán las variedades que funcionarán mejor en las condiciones climáticas en los próximos años.
Así, una de las claves es realizar una gestión adaptativa al cambio climático en vez de continuar plantando árboles sin basarse en criterios técnicos.
Aunque cada vez hay más empresas que optan por plantar árboles para reducir su huella de carbono, eso no implica un apoyo sustancial al combate al cambio climático.
Según Greenpeace, el cambio importante sería que esas mismas empresas redujeran sus emisiones de CO2 con cambios en sus procesos productivos.
Aunque nadie puede negar que plantar un árbol es un gesto muy importante para la reforestación, el combate al cambio climático no solo se basa en eso sino en la búsqueda de tener mejores bosques.
También se puede considerar destinar fondos para su cuidado como reducir su densidad en caso de ser necesario o cuidar que no contengan plagas que eviten su desarrollo.