Especialistas encontraron que, desde el año 2000, los glaciares han perdido gran parte de su superficie en todas las regiones polares.
Pero no solo eso, sino que lo seguirán haciendo al menos durante varias décadas, incluso si la temperatura global de la Tierra se estabiliza.
El Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encontró que las dos principales capas de hielo, es decir, Groenlandia y Antártida, perdieron masa al menos desde 1990.
El estudio detalla también que la mayor pérdida de la superficie de los glaciares se dio entre 2010 y 2019 y la pérdida continuará.
También se detalló que las temperaturas medias anuales del aire en la superficie y las precipitaciones seguirán aumentando durante el siglo XXI bajo diversos escenarios analizados.
Estos escenarios incluyen análisis de emisiones en la regiones polares que se combinan con el cambio de la temperatura a nivel global.
Además, se indicó que existe una alta confianza en que la precipitación media y la intensidad de la precipitación aumentarán.
En el caso del Ártico, se mantendrá dominado por las precipitaciones y en la Antártida las precipitaciones serán mayores en regiones costeras.
Estudios recientes encontraron que la Antártida es una de las regiones del planeta que se calienta más rápido.
En los últimos 50 años su temperatura ha aumentado en casi tres grados, lo que guarda una correspondencia directa con el cambio climático.
Este incremento contribuye al deshielo de zonas como el oeste de la Antártida, lo que puede provocar un incremento del nivel mar de hasta trece metros, que sería irreversible.
Debido a este pronóstico, los expertos hicieron un llamado a tomar medidas urgentes.
Señalaron que es indispensable continuar reforzando la observación, previsiones y sistemas de alerta para responder a los fenómenos extremos que cada vez ocurren con mayor frecuencia.