La Organización Meteorológica Mundial confirmó que la Antártida rompió el récord de la temperatura más alta con 18.3 °C registrados el 5 de febrero del año pasado.
Este récord rompe el anterior, que fue de 17.5 °C, registrados en una medición de marzo de 2015.
Este récord es importante porque gracias al establecimiento de temperaturas máximas en dicha región de clima extremo es posible estudiar el ascenso de los niveles de los océanos.
A partir de dichas observaciones se ha podido establecer que la Antártida es una de las regiones del planeta que se calienta más rápido.
En los últimos 50 años su temperatura ha aumentado en casi tres grados, lo que guarda una correspondencia directa con el cambio climático.
Este incremento contribuye al deshielo de zonas como el oeste de la Antártida, lo que puede provocar un incremento del nivel mar de hasta trece metros, que sería irreversible.
Debido a este pronóstico, los expertos hicieron un llamado a tomar medidas urgentes.
Señalaron que es indispensable continuar reforzando la observación, previsiones y sistemas de alerta para responder a los fenómenos extremos que cada vez ocurren con mayor frecuencia.