Un estudio de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que Latinoamérica y el Caribe constituyen las regiones del mundo más afectadas por desastres climáticos, no solo de gran escala sino por otro tipo de fenómenos.
Estos otros fenómenos atraen menos la atención pero su efecto acumulativo genera grandes pérdidas económicas y sufrimiento humano.
Las inundaciones, deslizamientos de tierra, daños por lluvias o vientos intensos, heladas, olas de calor y sequías son los más frecuentes.
La OMM señaló que los sectores deberán adaptarse a los problemas ocasionados por el cambio climático en la región que están vinculados al suministro de agua así como a la producción agropecuaria.
Como parte de las afectaciones, se señaló que la temperatura media registrada en la región fue la tercera más alta en Centroamérica y el Caribe, con 1 °C por encima del promedio.
Haciendo un recuento sobre las afectaciones, el estudio señala que tan solo en Centroamérica al menos ocho millones de personas resultaron damnificadas por este tipo de fenómenos.
El informe indica que el incremento de las temperaturas en la región produjo un aumento en el nivel del mar generando amplias zonas de daños.
En el Caribe, por ejemplo, el nivel del mar se incrementa un promedio de 3.6 milímetros por año, cifra más elevada que el promedio a nivel mundial que es de 3.3.
Finalmente, se recalca que los huracanes tuvieron mayor actividad con un récord que en 2020 alcanzó los 30 eventos en la cuenca atlántica.
Un informe presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) detalla que, por ejemplo, los glaciares de montaña y en los polos van a seguir derritiéndose durante décadas o siglos, incluso si se reducen las emisiones.
Para los expertos de dicha organización, el informe es un llamado de atención que brinda una visión más clara del clima pasado, presente y futuro y una herramienta esencial para saber cómo se puede actuar.
El documento también anticipa cambios irreversibles a escala de miles de años en condiciones como la temperatura, acidificación y desoxigenación de los océanos.