Especialistas revelaron que, tras varios estudios, se determinó que la vaquita marina, animal del cual solo quedan únicamente 10 ejemplares, podría sobrevivir por su propia cuenta si se elimina la pesca de enmalle.
Biólogos de la Universidad de California en Los Ángeles obtuvieron estos datos después de un estudio genético minucioso de 20 vaquitas marinas que vivieron entre 1975 y 2017.
El estudio mostró que si se detiene de inmediato este tipo de pesca en el Golfo de California, donde es el hábitat de esta especie, su población tiene amplias posibilidades de recuperarse.
Esto debido a que la vaquita marina no está afectada por mutaciones dañinas como ocurre con otras especies cuya población ha disminuido de manera drástica.
Como se sabe, la amenaza principal de la vaquita marina radica en la presencia de pescadores furtivos que utilizan la técnica del trasmallo que consiste en colocar una red fija para que los peces queden atrapados en ella.
Aunque el principal ejemplar que se busca obtener es la totoaba, la vaquita marina, por ser una especie cercana a ella, queda atrapada en dichas trampas.
Actualmente, la caza de totoaba en México está prohibida, sin embargo, aún existen poblaciones donde, de manera ilegal, se omite esta restricción.
El análisis mostró que la consanguinidad, algo que se ve inevitable debido al bajísimo número de ejemplares, no pone en riesgo a esta especie como se creía.
Así, la información genética de la vaquita marina aún es lo suficientemente pura para lograr que, durante décadas, este animal se desarrolle.
Eliminando las muertes por la pesca con enmallado, la especie tiene altas posibilidades de sobrevivir pero, por otro lado, debido al bajo número de animales, pocas muertes por este efecto sí la condena a la extinción.
Por tanto, la supervivencia de la vaquita marina, apuntaron los expertos, queda en manos, por completo, de los seres humanos.