Cambio climático provoca erosión de zonas arqueológicas

Cambio climático provoca erosión de zonas arqueológicas. Foto de Crisóforo Gaspar Hernández para Unsplash

Especialistas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México descubrieron que el cambio climático afecta el color de los muros de monumentos arqueológicos de Chiapas. 

De acuerdo con Eberto Novelo Maldonado, antes era posible encontrar diversas tonalidades en dichos monumentos como el verde, rojo e incluso negro. 

Existen especies de algas que viven en las edificaciones prehispánicas las protegen de la humedad y les proporcionan el color. 

El especialista indicó que hay una correlación entre la disminución gradual del crecimiento de estas plantas y los datos climáticos de la región.

El aumento de la temperatura y una temporada de lluvias indefinida, puesto que ahora son erráticas, intensas y discontinuas, causan que el intemperismo físico afecte más a los monumentos arqueológicos

“Antes tales efectos eran atemperados por las algas, que evitan el golpeo de la lluvia, absorben y mantienen un gradiente permanente de humedad”, señaló el especialista.

Al cesar las precipitaciones y aumentar la temperatura, ocurre una evaporación súbita y poco a poco se presentan fracturas en las construcciones. Las juntas de las rocas, principalmente de estuco, son atacadas directamente por el “intemperismo climático”.

Que la capa de crecimiento de las algas sea menor, afectará la estabilidad o la textura de los edificios

Este estudio señala que en el sureste hay construcciones elaboradas con roca caliza que podrían disolverse con demasiada agua.

Sin embargo, en las regiones áridas el cambio climático y el viento que lleva arena, arenisca o partículas orgánicas, las degrada al golpearlas. “En las zonas tropicales eso no ocurre gracias a la cobertura vegetal, y en zonas más abiertas, como Teotihuacán, no hay vientos extremadamente fuertes que erosionen continuamente las pirámides del Sol y de la Luna, así como otras edificaciones”, explicó.

Así, para su conservación, el experto recordó que se aplican protocolos específicos con el fin de evitar el deterioro causado por algas, hormigas, murciélagos, gusanos, incluso turistas que las tocan y engrasan.