Las prehispánicas propiedades de los huauzontles

Las prehispánicas propiedades de los huauzontles. Foto de Gobierno de México

Los huauzontles son una de las joyas culinarias mejor guardadas de la gastronomía mexicana. 

Pese a que cada vez es más difícil encontrarlas en mercados, estas plantas, que son de origen prehispánico, tienen un alto valor nutrimental. 

Su nombre proviene del náhuatl huauhtzontli, donde huauhtli es bledo, y tzontli, cabello; esto es, cabello o maleza del bledo y deriva de su forma ramificada. Su nombre científico es chenopodium y aunque son muy parecidos, el amaranto y los huauzontles no son lo mismo pero están emparentados.

Se ha documentado que durante el mandato del tlatoani Moctezuma su cultivo era uno de los más populares junto con el maíz, frijol y chile. 

Su consumo en esa época era hirviéndolos pero a la llegada de los españoles se prohibió su cultivo debido a que se ligaba a ritos religiosos y sacrificios humanos. 

Aunque especialistas advierten que su consumo ha disminuido en las últimas décadas, es una planta que se puede degustar en su totalidad pues su tallo también es comestible.

La temporada para consumir este alimento es durante el verano pues es cuando los cultivos alcanzan mejores tamaños. Las entidades donde se producen las mayores cantidades de huauzontles son Guerrero, Tlaxcala y Puebla.

Esta planta prehispánica contiene propiedades nutrimentales y medicinales derivadas de su contenido en calcio, hierro, fósforo, vitaminas A, C, E y complejo B, mismas que estimulan la memoria y contribuyen al buen funcionamiento del cerebro.

También aportan grandes cantidades de minerales como hierro, fósforo y calcio

Debido a su aportación de vitaminas se han catalogado dentro del grupo de los súper alimentos por lo que son una excelente opción para comer capeados o acompañados de alguna salsa

Cocineras tradicionales: las guardianas de la comida mexicana

Cocineras tradicionales: las guardianas de la comida mexicana. Foto de Menú Acapulco para Unsplash

La gastronomía mexicana, reconocida como parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, tiene en las cocineras tradicionales a las guardianas de sus secretos y su sabor.

Las ancestrales recetas de la comida mexicana reposan en la sabiduría de mujeres que dedican sus días a preservarlas y que, desde edades muy tempranas, aprendieron el valor de los platillos.

Las cocineras tradicionales son puntos claves en la gastronomía mexicana pues son quienes, con el paso de los años, se han dedicado a mantener viva la tradición de la cocina de manera regional y, con ello, la identidad nacional. 

De acuerdo con datos de portales especializados, del 100% de los cocineros tradicionales de México, el 90% son mujeres. 

Actualmente, su labor es fundamental y se busca conservarla a través de concursos y programas especiales de protección gastronómica. 

En estados como Michoacán y Oaxaca, además, se reconoce su labor y se llevan a cabo acciones para preservarla como encuentros en los que muchas cocineras de diversos municipios se reúnen para compartir sus conocimientos.  

En México existe una distinción muy clara entre las cocineras tradicionales y las mayoras y ésta radica esencialmente en que, aunque las dos se dedican a la cocina desde pequeñas y aprenden en fogones y cocinas familiares, las primeras se dedican a la cocina de una forma más particular

Es decir, elaboran platillos que aprendieron de sus abuelas y madres de manera casi exclusiva para sus familias y seres queridos. 

Cuando una cocinera tradicional dirige grandes equipos de cocina en restaurantes o lugares de venta de comida mexicana se convierte en una mayora y su papel se vuelve fundamental en el funcionamiento de una cocina profesional. 

Ya sea desde una cocina familiar hasta un restaurante, la sabiduría de las cocineras tradicionales es parte de la cultura mexicana y nos recuerda el rol fundamental de las mujeres en las actividades diarias que se realizan con el corazón

Cochito, el sabor de Chiapas

Cochito, el sabor de Chiapas. Foto de Wikipedia

El cochito es uno de los platillos más tradicionales de Chiapas

Aunque es posible encontrarlo en sitios como Tuxtla y San Cristóbal de las Casas, su origen remite a Chiapa de Corzo

Esto debido a que se elabora especialmente para la fiesta grande de esta ciudad, que se lleva a cabo en enero.

El cochito es resultado del mestizaje en México debido a que combina la preparación prehispánica con carne de cerdo, la cual se incorporó después de la Conquista

Aunque cada lugar tiene su forma particular de preparar el cochito, todas coinciden en dejar marinar la carne en una mezcla de jitomate, cebolla, chiles y especias. 

Posteriormente se cocina en una olla de barro especialmente elaborada para la preparación y después se mete al horno

Existen varias formas de comer cochito, una de las más populares es en tacos, de los cuales existen lugares emblemáticos en Tuxtla Gutiérrez

Otra es comerlo como un guisado acompañado de arroz y ensalada con cebolla rebanada y agregar salsa o bañarlo con la marinada de la preparación. 

Una forma más es probarlo en caldo donde el sabor se potencializa en una sopa con verduras en el que es posible disfrutar su extraordinario sazón.

Sin duda, el cochito, además de ser una de las tradiciones más importantes de la cultura chiapaneca, es una de las estrellas de la gastronomía de esta entidad. 

Google presenta plataforma sobre gastronomía mexicana

Google presenta plataforma sobre gastronomía mexicana. Foto tomada de video

Google, a través de su plataforma Google Arts & Culture, presentó la muestra Sabores de México, la cual, de acuerdo con la compañía, tiene como objetivo mostrar la auténtica pasión en la comida típica mexicana. 

A través de un sitio web, se puede acceder a información sobre la tradición culinaria en México y se pueden realizar recorridos virtuales por las mejores cocinas del país

La página es una invitación a que los comensales no solo de México, sino del mundo entero, puedan conocer más de la gastronomía mexicana, una de las dos reconocidas como parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco

Creada con el apoyo y la colaboración de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Turismo del Gobierno de México, además de las secretarías de cultura de los gobiernos estatales de Oaxaca y Jalisco, además del Museo Soumaya y el Museo Franz Mayer, la muestra reúne casi 5 mil obras de arte, ilustraciones, recetas, historias, material educativo y videos.

Además, se podrán encontrar alrededor de 200 historias sobre la gastronomía mexicana actual y tradicional. 

“Sabores regionales, ingredientes únicos, ritos ancestrales e impulsores vanguardistas de la vigorosa cocina mexicana se unen, gracias a la tecnología en una muestra inédita, que invita a devorar con los ojos y los oídos los más sabrosos legados”, detalló la compañía. 

Google espera que con esta muestra la cocina mexicana se conozca a fondo e invitó a todas las personas del mundo a degustar los tan aclamados “Sabores de México”. 

El zacahuil y el encanto de la Huasteca

El zacahuil y el encanto de la Huasteca. Foto de Visit San Luis Potosí

Uno de los platillos más representativos de la Huasteca es el zacahuil, un tipo de tamal que se prepara desde la época prehispánica y forma parte de la identidad cultural de esta zona del país. 

Uno de los lugares más famosos por la elaboración del tamal huasteco es Pánuco, en el norte de Veracruz, donde forma parte del desayuno tradicional de sus habitantes. 

El zacahuil está hecho de masa de maíz, chiles secos, manteca y carne de cerdo. 

Su nombre proviene del náhuatl, de las voces zacatl, que significa «zacate, pasto o forraje» y wili o wilili, que se refiere a un aro de bejuco con fondo de palma o hilo torcido que se cuelga y se usa para resguardar las sobras de alimentos. 

Se trata de un alimento muy popular, presente en las plazas los domingos, así como en fiestas tradicionales, bodas o velorios.

Además, se sirve como una ofrenda durante los momentos más importantes del ciclo agrícola. 

Según la tradición, el zacahuil se elabora en una especie de cuna de madera que se cubre de hojas de plátano, de ahí su nombre.  Posteriormente, agregan la carne, la masa y los chiles.

Cuando se cierra, queda un enorme envoltorio. Este tamal puede llegar a pesar hasta veinte kilos. Se sirve en pequeñas porciones. 

Además de carne de cerdo, se puede incluir a la preparación carne de pollo y condimentar con una mezcla de jitomates asados. 

El proceso de cocción es una de las características más importantes del zacahuil ya que se cocina en un horno de piedra durante unas doce horas, lo que le da un sabor único y particular. 

Digno representante de las tradiciones y creencias de la zona, el zacahuil es uno de los sabores más originales del país gracias a las características tan particulares que posee.